martes, 3 de mayo de 2011

Compartiendo la vida.


Después de clase, todos los días regresábamos juntos a casa. Recorríamos el camino de vuelta tan despacio como nos era posible. A veces, para disponer de más tiempo, dábamos un rodeo. Con todo, en un santiamén llegábamos a la bifurcación donde teníamos que separarnos. Era extraño. Aquel camino, cuando lo recorría solo, me parecía largo y aburrido, pero cuando iba con Aki, charlando, hubiera querido seguir andando eternamente. Ni siquiera notaba el peso de la cartera atiborrada de libros de texto y diccionarios.

"Posiblemente, en la vida nos ocurra lo mismo", pensé unos años más tarde. "Una vida solitaria se hace larga y tediosa, Sin embargo, cuando la compartes con la persona amada, en un santiamén llegas a la bifurcación donde tienes que decirte adiós."
 Extraído de Un grito de amor desde el centro del mundo, de Kyoichi Katayama.

3 comentarios:

Teresa Muñoz Migueláñez dijo...

Qué bonito!!!!

Me ha encantado y de hecho me lo apunto para leérmelo, que tiene muy buena pinta!.

Un abrazo y un besote enormes!!!

Montse dijo...

Qué bonita imagen. Buena pinta tiene libro :-)

enfermero9 dijo...

Ya sé porqué mi hijo Poe tarda tanto en llegar a casa del instituto...

Si te ha gustado este post, añadelo a tu libreta:

Entradas relacionadas:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...